Un visillo es una cortina de tela fina y transparente, ligera, que se instala en una ventana o ventanal y que permite el paso de la luz al tiempo que impide que desde fuera se vea el interior de la estancia. Es decir, cubre la ventana y filtra la luz, la canaliza, pero no la bloquea, no nos deja a oscuras.
Los visillos son sencillos pero muy funcionales, son un producto excepcional en cualquier colección, ya que se busca la excelencia desde la sencillez, y nos aportan calidez e intimidad. Un visillo puede ser una tela de políester, una tela de lino o una tela ignífuga, según el uso que se le quiera dar.
Además, podemos asociar estos tejidos a un aspecto romántico de la decoración (y de la vida), ya que nos protegen, generan esa citada intimidad y nos permiten ver y que no nos vean.
Y acompañarlo de un tejido más protagonista o no, lo que nos genera muchas opciones decorativas si queremos contar con un visillo en nuestras estancias. Un ejemplo de visillos atemporales es la colección Fil a fil.
Una cortina con visillo es siempre una opción interesante a la hora de decorar nuestra casa o de diseñar el interiorismo de un hotel. Y es que el visillo es un tejido más ligero, deja pasar más la luz a través suyo, suele tener una textura suave o ser liso en colores neutros. Por eso, complementarlo con una tela más gruesa es una variante decorativa que siempre hay que valorar.
Nosotros planteamos la opción de optar por un visillo sencillo y dotar a la cortina de mayor personalidad, con un estampado o un color más vibrante. Además, hay otro aspecto decorativo a tener en cuenta llegados a este punto: la cortinas pueden ser totalmente practicable (es decir, pueden cubrir todo el hueco de la ventana o ventanal) o decorar únicamente las esquinas, servir de caída en los lados de la entrada de la luz.
Si le ponemos nombre con telas de Equipo DRT, podemos optar desde un Foscari como cortina y un Nerea como visillo, en los que se juega con el mismo dibujo pero con diferentes tejidos y transparencias, a un liso más neutro como Clio con una caída, con un tejido raso, como Bonn, donde el juego no es ya de dibujo, sino de colores.
Nuestras telas Tiki u Oasaka, estampados de base lino, también nos permiten una gran combinación con el Gea como visillo. ¿Por qué cortina con visillo te decantas?
Sutileza, elegancia y simplicidad son cualidades que acompañan a los visillos blancos. Sin duda, el color más asociado a un visillo y a la idea y capacidad de dotar un espacio de intimidad al filtrar la luz pero no arrebatarla, especialmente en el Mediterráneo, donde los blancos y la propia luz son grandes protagonistas.
Además, los visillos blancos son sinónimo de pureza, de limpieza, de higiene.
Treviso visillo blanco, Escocia y Savoy son las tres propuestas de visillos en este color que os proponemos, capaces de iluminar cualquier estancia a pesar de que su función sea la de filtrar la luz, a pesar de que su color sea el blanco.
¿Es o no especial un visillo blanco?
La cocina es uno de los lugares que con mayor frecuencia acoge el uso de visillos.
Así, los visillos para cocina se convierten en un elemento decorativo doblemente especial, ya que las cocinas son lugares donde cada día se hace más vida, donde las horas y el tiempo compartido en familia es mayor o el hacer de ella un lugar de trabajo es cada vez más frecuente.
Por eso, desde Equipo DRT os ofrecemos la posibilidad de que ese visillo sea aún más especial, que, además, sea una tela para cortinas reciclada, como nuestro Up-Home 200. Se trata de una tela para cortinas reciclada y eco-friendly tejidas a partir de hilos procedentes del reciclado de PET, con diseño cuadrícula. Por cada metro de tela se han reciclado hasta cinco botellas de plástico. Telas 100% Recycled Polyester para personas y hogares con conciencia medioambiental.
Unas líneas más arriba hablábamos de los visillos blancos, pero en este caso añadimos otras tres opciones de color también muy atractivas: natur, cava y visón.
¿Por qué color te decantas para tus visillos para cocina?
Nuestra tela Praga es una tela para cortinas inspirada en la base de los bordados suizos tradicionales sobre la que se ha trabajado una textura irregular que le aporta movimiento. Una vez confeccionada, Praga sorprende por su caída y su transparencia matizada. Se trata de un visillo, pero es tan protagonista como una cortina. Lo mismo nos ocurre con Ducal lino.
Y es que en los visillos para salón, una raya con ligero relieve o una textura que genere mini cuadros, una textura muy sencilla, puede aportarnos mucha vida en nuestra estancia principal.